miércoles, 8 de junio de 2016

ELECCIONES EN PERÚ. Triunfa Kuczynski con escaso margen sobre Keiko Fujimori


El fujimorismo se resiste a reconocer la derrota y mantiene la esperanza
"Vamos a esperar con prudencia”, declara la candidata Keiko Fujimori
La mañana del lunes a los candidatos presidenciales Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori los separaba un 1,1% de votos según el conteo oficial de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), a mediodía la diferencia pasó a 0,6%, por la noche a 0,5% y en la mañana de este martes a 0,3%. Las variaciones reforzaron el optimismo de los fujimoristas y la líder de Fuerza Popular apareció sonriente unos minutos con el pulgar arriba frente a las cámaras: “Vamos a esperar con prudencia el resultado final”, comentó, mensaje que repitieron tres de sus voceros con diferente énfasis.


“Todavía estamos a una distancia muy corta. Hay que tener tranquilidad, paciencia y buen humor. Ya el resultado ha acortado la distancia a 0,5 que son de 60 a 65.000 votos: conforme va llegando el voto rural vemos que la distancia se acorta y estamos seguros de que vamos a revertir esta situación y pasar a la delantera”, dijo el congresista Pedro Spadaro.

El vocero es uno de los pocos que le quedan al fujimorismo, desde que hace un par de semanas el candidato a la vicepresidencia José Chlimper entregó a un canal un USB con pruebas para defender al congresista fujimorista Joaquín Ramírez, investigado por la agencia estadounidense antinarcóticos, DEA.

“Keiko está muy tranquila, muy confiada de la presencia del voto rural”, añadió Spadaro. La líder del fujimorismo sostuvo una reunión de varias horas con su equipo, a la que no asistió Chlimper. “El sueño no ha terminado, el sueño se pospone”, añadió el congresista fujimorista Héctor Becerril, quien luego de los resultados de la primera vuelta dijo que su partido no tenía por qué buscar consensos con las minorías.

“Faltan contar los votos del exterior en los que suelen inclinarse hacia PPK y los rurales, hacia Fujimori, y podrían neutralizarse: quizá no sea la suficiente diferencia para alterarla”, señaló el analista político Carlos Meléndez en Canal N.

Según los resultados, al 92% del conteo oficial, 247 actas han sido enviadas a los Jurados Electorales Especiales debido a que los personeros de los partidos buscan impugnarlas. Estos tribunales electorales de primer piso deben dirimir en los próximos días si los votos de esas actas son válidos o no.

Del lado de Peruanos por el Kambio, el candidato a la primera vicepresidencia, Martín Vizcarra, declaró que no creen posible un cambio en la tendencia, pero prefieren aguardar los resultados totales.

Durante el día, parte de los peruanos impacientes ante los resultados del conteo oficial han hecho sumas y restas, y aunque faltan contabilizar un 7% de actas, un sector cree que matemáticamente no es posible un cambio en la tendencia favorable a Kuczynski.

“Faltan contabilizar 320.000 votos. En ese pequeño margen, Fujimori necesita reducir una desventaja de 91.000 votos. (28,4% del total). Donde faltan contar votos, la diferencia a favor de Fuerza Popular es muchísimo más pequeña. O son muy pocas actas. Y en donde PPK tiene ventaja (logra más votos) faltan (contabilizar) más actas”, indicó el abogado y politólogo Iván Lanegra.

Los resultados también generan preguntas acerca de qué hará Peruanos por el Kambio de confirmarse su victoria, si ofrecería un ramo de olivo al fujimorismo, por ejemplo, cediendo espacios en el gabinete.

La congresista por el Frente Amplio, Indira Huilca, comentó a EL PAÍS que su partido hará oposición en política económica. “Ojalá que PPK saque una lección a partir de estos resultados y de la ciudadanía que está en la calle. A muchos no le va a convenir tener a la gente alzada en las calles, por eso tendrían que buscar una forma de acercarse a ellos y tenerlos de su lado”.




Kuczynski acaricia la victoria por apenas 100.000 votos en Perú
En un vuelco total, el liberal y exbanquero está cerca de proclamarse presidente en un electorado movilizado para impedir la victoria de Keiko Fujimori

Ver fotogaleríaEl candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski saluda a sus seguidores  EFE
Lo tenía todo para ganar, pero el antifujimorismo, el principal y amorfo movimiento político de Perú en este momento, le arrebató la victoria en la recta final a la derechista Keiko Fujimori, hija del autócrata que gobernó entre 1990 y 2000. A pesar de que a última hora de la tarde se luchaba urna a urna con una diferencia, al 91% escrutado, de menos de 100.000 votos (sobre un censo de 17,1 millones), los analistas apuntaban a que el liberal Pedro Pablo Kuczynski lograría la presidencia por la mínima. La movilización de la izquierda contra Fujimori y los escándalos de su entorno le hicieron perder en la última semana una elección que tenía ganada, según los resultados de la primera vuelta. Algo que ya le pasó en 2011 con Ollanta Humala.

Perú despertó conmocionado al día siguiente de las elecciones más extrañas y reñidas de su historia. Nadie acababa de creerse del todo este inesperado giro que llevó a un vuelco total en la última semana de campaña. Los Fujimori se negaban a reconocer la derrota a la espera de las actas de las zonas más alejadas de un país con un tercio de territorio selvático y donde algunas urnas tienen que ser trasladadas en canoa. La ONPE, el organismo electoral, aseguraba que no habrá datos definitivos al 100% hasta mediados de semana, porque hay muchas impugnaciones de mesas. Pero todos los analistas daban casi por hecha la derrota del fujimorismo.

“Keiko Fujimori perdió un partido que tenía ganado en la última semana por errores propios. Y es la segunda vez que le pasa. Además, esta vez lo hizo contra un pésimo candidato como Kuczynski. Es durísimo para el fujimorismo, va a quedar debilitado a pesar de tener la mayoría del Congreso”, sentencia Martín Tanaka, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Católica. Ni siquiera su hermano Kenji, con quien está enfrentada, votó por la candidata.

El sociólogo Santiago Pedraglio destaca la movilización de la izquierda, que se tragó el sapo de votar a un liberal y exbanquero como Kuczynski para impedir la llegada de Keiko. “Esta batalla la ha ganado el antifujimorismo, no Kuczynski”, explica. “El vídeo de Verónika Mendoza [líder de la izquierda] pidiendo el voto para PPK [la formación del candidato] fue clave. Lo hizo en castellano y en quechua, y voló en Facebook, se reprodujo más de un millón de veces. Eso, sumado a los errores de Fujimori, que apareció mucho más agresiva, más los escándalos en su entorno al final de la campaña y el giro de Kuczynski, que salió al ataque, fueron definitivos para activar el voto antifujimorista”, remata. Mendoza, que estuvo a punto de entrar en la segunda vuelta —quedó a dos puntos de Kuczynski— es la dirigente con más proyección.

La politóloga Paula Muñoz, profesora de la Universidad del Pacífico, remata: “Según la encuesta de Ipsos, el 39% de los que apoyaban a Kuczynski lo hacían para que no ganara Keiko Fujimori. Algunos indecisos dudaban de cuánto había cambiado el fujimorismo. Algunos hechos de la segunda vuelta los han terminado convenciendo, como las acusaciones contra el congresista fujimorista Joaquín Ramírez, pero más aún las primeras reacciones de negar la denuncia y después manipular un audio para defenderse. Eso hizo recordar viejas tácticas del Gobierno de Fujimori, que pueden haber asustado”.

Pese al alivio de los antifujimoristas, que ya veían el regreso del apellido que marca la política desde hace 30 años, y que cabalgaba a la victoria montado sobre la inseguridad y la pobreza, el problema será gobernar en minoría, con 18 congresistas frente a los 73 de Fujimori.

“Su única posibilidad es hacer un Gobierno de unidad nacional, tiene que buscar alianzas en las regiones y en la izquierda. Eso sí, Keiko Fujimori va a tener problemas para mantener su bancada unida. Ya no es tan obvio que ella pueda volver a ser la candidata después de dos derrotas”, sentencia Tanaka. “El fujimorismo podría por números bloquear al Gobierno, pero no le conviene hacerlo, va a tener que ayudarle. Va a ser difícil pero no imposible, hará falta que Kuczynski se abra a muchos sectores, también progresistas”, remata Pedraglio.




Fujimori dominará con holgura el nuevo Congreso
Fuerza Popular logró 73 escaños en un Congreso de 130 representantes y Peruanos por el Kambio controla solo la segunda minoría

Keiko Fujimori habla a sus seguidores en Lima. SEBASTIAN CASTAÑEDA EFE

El Congreso peruano será un campo de batalla muy difícil para el virtual vencedor de las elecciones. Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori, logró 73 escaños en un Congreso de 130 representantes, y Peruanos por el Kambio (PPK), de Pedro Pablo Kuczynski, controla solo la segunda minoría (18 congresistas) después del Frente Amplio de izquierda (con 20). Los analistas aseguran que independientemente de quién alcance la presidencia, el camino ya está trazado: tendrán que buscar acuerdos para la gobernabilidad o de cara a las elecciones de 2021.

“Que haya mayoría opositora de un solo partido siempre es complicado (si ganara PPK). En diferentes momentos de la historia de los últimos 70 años, esos escenarios terminaron en golpe de Estado: con Bustamante y Rivero, con Fernando Belaúnde y con Alberto Fujimori”, afirma el politólogo Fernando Tuesta.

“El Ejecutivo no puede de ninguna manera gobernar sin el Congreso; es cierto que puede desarrollar políticas y tomar decisiones en un país presidencialista como este, pero si no hay acuerdos con la oposición no aprobaría ninguna ley que el Ejecutivo requiera”, añade el también exjefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

Tuesta destaca las otras herramientas en manos de la oposición: “Censurar ministros, negar el voto de confianza al Gabinete, las comisiones investigadoras, tienen una amplia gama. Aunque el Ejecutivo tiene un arma persuasiva para contrapesar: la disolución del Parlamento si censura dos veces al Gabinete”. Sin embargo, el analista cree que si el fujimorismo no quiere perder su posición, “no puede aparecer obstruccionista”. “No estamos hablando de cualquier partido, sino de uno que ha llevado a un sentimiento tan fuerte que los ha llevado a la derrota”, afirma. Tuesta precisa que los 73 parlamentarios fujimoristas “en realidad tuvieron el 37% de la votación parlamentaria, pero por las características de la representación (la cifra repartidora) son mayoría absoluta”.

La politóloga y profesora universitaria Paula Muñoz asegura que el que triunfe “tiene que aceptar que la otra mitad del país no quería que ganase”. “La elección ha estado bastante polarizada, ambas agrupaciones tienen por delante una responsabilidad política muy grande, por la gobernabilidad, para superar los exabruptos de la campaña. No hablemos de compromisos, sino de pactos, el consenso, el diálogo: el consenso va a ser fundamental para los dos. Y los gestos de PPK [si se confirma una victoria] van a tener que ser más importantes con los fujimoristas porque han ganado en el legislativo democráticamente”, añade.

Para Muñoz, lo tiene difícil el exministro de Economía de Alejandro Toledo. “El reto mayor lo tiene PPK porque es minoría, tiene menos experiencia en negociación política, y la mayoría de sus miembros vienen de una experiencia tecnocrática. Mientras que por el lado del fujimorismo —por ser una mayoría muy aplastante— no tienen un incentivo político para negociar”.


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